El faro de l’Albir es un edificio histórico singular construido a 112 metros de altitud sobre el nivel del mar en 1863 con el objetivo de señalizar el extremo septentrional de la Serra Gelada. Para llegar a este, era necesario transitar una estrecha y peligrosa senda, por la escarpada ladera de la sierra. El actual camino del faro de l’Albir fue construido en 1961 y asfaltado en 1963. El edificio estuvo habitado por dos fareros y sus familias hasta 1960, momento en el que se mecaniza siendo innecesaria la presencia constante de un técnico en el faro. A pesar de que su linterna nunca ha dejado de lucir, la falta de mantenimiento dio lugar a una constante degradación de la estructura, hasta que en 2011 fue rehabilitado y convertido en Centro de Interpretación. Parte del edificio se destina a Museo, con sala de exposiciones vinculadas a la cultura marinera, el medio ambiente y el entorno del parque natural. En la actualidad, el faro de l’Albir es el único de la Comunidad Valenciana con uso compartido, como señal marítima y centro cultural.
Desde 2013 ha sido reconocido como Centro Azul, símbolo de calidad, buena gestión y excelencia.
