Rutas Senderistas

Desde el parking del camino del faro de l’Albir, donde se encuentra una de las entradas más importantes al Parque Natural, nos dirigimos por la pista asfaltada hacia el túnel del camino, no obstante antes de llegar a mano izquierda, encontramos un área de picnic y más adelante, un mirador circular que nos muestra una magnífica perspectiva de toda la bahía, apreciándose al fondo el Peñón de Ifach y el resto de las espectaculares montañas que envuelven este rincón de la Marina Baixa. Al llegar a la boca del túnel, podemos acceder a otro mirador, de menor tamaño que el anterior, desde donde podemos disfrutar del impresionante paisaje litoral que rodea al Parque Natural. Proseguimos hacia el faro y tras recorrer 300 metros, encontramos indicaciones de acceso a la Cala de la Mina y un poco más adelante, el acceso a las minas de ocre, de donde se extraía el ocre que era utilizado como colorante hasta bien entrado el siglo XX. A unos 500 metros del túnel, y entre las dos indicaciones anteriormente mencionadas llegamos a una curva del camino desde donde, a mano derecha y arriba, se puede contemplar en la umbría de la montaña una gran oquedad natural conocida con el nombre de «Boca de la Balena» o de «Cova del Bou». Justo antes de llegar al faro, a mano derecha, encontramos el mirador «Alfonso Yébenes» desde donde podemos apreciar parte del acantilado y a pocos metros a nuestra izquierda la reconstrucción del aljibe y su estructura hidráulica (siglo XVI).
Al final del camino, los restos de la torre Bombarda, declarados Bien de Interés  Cultural por estar incluida en el sistema de defensa de la costa valenciana entre los siglos XVI y XVIII, se ubica el faro o Centro de Interpretación del faro de l’Albir (CIFA). Alrededor del faro, todavía en servicio, un espectacular balcón mirador desde el que disfrutaremos de una perspectiva mucho más amplia de nuestro mar mediterráneo.

Descarga la Guía Municipal del Camino al Faro

Guía Camino Faro
Guía Camino Faro en Inglés
Guía Camino Faro Lectura fácil

Se puede hacer en ambos sentidos, o bien hacer el recorrido de ida y vuelta. Tened presente que es una ruta exigente debido a las continuas subidas y bajadas. La ausencia de fuentes en el recorrido nos obliga a llevar bebida en abundancia. Desde la entrada oficial del Parque Natural, encontramos a nuestra derecha la señalización del inicio de la ruta. Al final de este sendero que pasa junto al Centro de Interpretación Paisajística de La Cantera, se llega al punto más alto de la Serra Gelada, el «Alt del Governador» (438 m), donde se encuentra una estación de repetidores de telecomunicaciones. Continuando por una pista asfaltada hacia abajo enlazaremos de nuevo con la senda. Casi al borde del acantilado se encuentra un vértice geodésico, desde donde podremos contemplar la majestuosidad de estos cortados, viendo como los ejemplares de gaviota patiamarilla que vuelan varios cientos de metros bajo de nuestros pies, se nos hacen minúsculos a la vista. El recorrido por la sierra prosigue con continuas subidas y bajadas, pasando por las ruinas de una antigua casa de vigilancia costera y por un pequeño aljibe en la vaguada. A mitad de camino nos encontraremos con una zona en la que hay un pequeño rodal de pinos que nos servirán para descansar durante un momento, ofreciéndonos una preciosa vista de la «Illa Mitjana». El último tramo de monte que recorreremos pasa por un alto donde podremos contemplar de nuevo los acantilados. A partir de este hito hay que estar atentos para no perder la senda que discurre entre vegetación baja o sobre roca desnuda. Unos minutos después se llega a la cruz situada por encima del «Racó de l’Oix», desde donde podemos descender por una pista asfaltada que conecta con la playa de «Levante».  Para regresar, podemos buscar una parada de autobús al final de la avenida Mediterráneo y volver a l’Albir en el autobús urbano nº 10 (Benidorm, l’Alfàs del Pi, Playa de  l’Albir) bajando en la parada entre la Villa Romana y la «Fundación Frax».

¡Que comience la aventura!

A medio camino entre el senderismo de montaña y la escalada, surge la opción de paso por las vías ferratas. Una aventura llevada casi al límite adaptada a aquellas personas con menos técnica pero que están dispuestas a exponerse a las emociones que generan las alturas.

Construida en una antigua cantera abandonada y enclavada en el Parque Natural Serra Gelada, la vía ferrata de l’Albir, es ideal para iniciarse incluso con los más pequeños. Calificada con la dificultad más baja posible es decir K1, esta vía se realiza en apenas 40 minutos y cuenta con una subida directa de 30 metros equipada con grapas clavadas en la roca. Dos opciones para regresar, caminando hacia abajo por el PR que en menos de 15 minutos nos deja al pie de la Cantera o a través de un rapel de 15 metros mientras admiras las maravillosas vistas del Puig Campana.