Se trata de una pequeña explotación que funcionó desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX. Los restos conservados corresponden a la vivienda del capataz y a otras instancias relacionadas con la explotación minera. La línea de pilares que bajan por el barranco servía de soporte para los raíles de las vagonetas que llevaban el mineral hasta la orilla. Una vez allí, el ocre se embarcaba en barcazas que lo transportaban hasta un barco fondeado en la bahía.
A finales del siglo XIX la mina estuvo dirigida por los Soler-Devesa, una familia alfasina cuyo apodo en la actualidad es el de la mina. El capataz era Miguel Soler Devesa quien, en 1888, emigró a Argelia dejando a su esposa, Esperanza, al frente de los trabajadores. El ocre es una mezcla de arcilla con óxido o hidróxido de hierro que se empleaba, desde la prehistoria, como colorante para pintura. La mina Virgen del Carmen en Serra Gelada, esconde muchas historias de las personas que vivieron y trabajaron aquí para sacar adelante esta pequeña explotación minera.